En la región portuguesa de Beira Interior Norte se encuentra la villa fortificada de Almeida, con una población de 1500 habitantes cuya particularidad es que vista desde el aire tiene forma de estrella con doce puntas.

Su origen y construcción se remonta a los siglos XVII-XVIII, alrededor de un castillo medieval ya existente en una zona de gran importancia para la defensa de la región al estar muy cercano a la línea fronteriza con España.

El tipo de fortificación que provoca esta curiosa forma es el conocido como abaluartado, en el que mediante las grandes murallas, el ancho foso, las puerta falsas y el resto de servicios como bunkers y túneles subterráneos, se conseguía la supervivencia de la población en caso de asedio de una manera eficaz.

Fotos |  Toni Canizares y Antonio Alba

Almeida ha vivido durante siglos algunas de las luchas más destacadas de Portugal como las Guerras de Restauración con España en el siglo XVII o la invasión de las tropas napoleónicas en el siglo XIX.

Algunos de los monumentos más importantes de la ciudad son: la Torre del Reloj, la Plaza de Armas, el Castillo de Mendo, la Iglesia o el edificio del Ayuntamiento.

Foto | jlgmontesinos